-¡Aquí, aquí!
Pasa, pasa. ¡Estoy solo! ¡Aquí!
-¡Mal! A ver
equipo venir aquí.
Nos gritó el
entrenador.
-¿Qué pasa
entrenador?
-¡El fútbol
es un juego de equipo! ¿Eso lo entendéis?
-Si, claro,
por supuesto.
Respondimos.
-¿Entonces
porqué jugáis a marcar solo vosotros? Debéis pasar el balón, si no nunca nos
clasificaremos en el campeonato. ¿Lo entendéis?
-Si, entrenador.
-¿LO
ENTENDÉIS?
-SI,
ENTRENADOR.
-Perfecto,
ahora salir y jugar al fútbol. Lucas, Ángel quedaros un momentito.
El resto del
equipo volvió a sus posiciones, pero a nosotros nos detuvieron.
-¿Qué pasa
ahora entrenador?
-No seas
insolente, Lucas. Lo que pasa es que vosotros sabéis que sois los máximos
goleadores, pero ambos sois competitivos, y queréis llegar a ser el pichichi
¿No?
-Si.
-Si.
-Pues no lo
vais a conseguir. Hasta ahora no he visto un solo gol de vosotros, que no haya
sido jugando solo, chicos, sé que queréis ganar el trofeo, al igual que el
resto del equipo quiere que lo ganéis, pero debéis ayudar al equipo, os
necesitamos para ganar. ¿De acuerdo?
-De acuerdo.
Me cuesta
reconocerlo, pero es verdad. Lucas y yo tenemos cierta rivalidad, y ya no solo
por el fútbol.
-Y comienza
la segunda parte de este encuentro entre el Oviedo y el Pontevedra F.C. De
momento con el marcador 0-0.
-¡Fran,
Fran! Pásala a Lucas ¡A Lucas!
-Pasamela
Fran.
-¡Aquí, a mi
Fran, a mi!
Grité.
-¿A quién se
la tiro?
-¿PERO QUÉ
HACES? Acabamos de perder un gol.
-¡No es mi
culpa! Me habéis presionado.
-¡EQUIPO!
Venir aquí otra vez. ¿Qué no habéis entendido? A ver Fran, debes pasarsela a
quien tu creas que está en mejor posición para marcar.
-Pero
entrenador, tú dijiste que me la tenía que pasar a mí, pero saltó Ángel.
-Cállate
Lucas.
-Bueno, se
acabó. ¡A jugar!
-Fernan.
-Hola Clara
¿Ahora me hablas?
-¡Venga ya!
Yo siempre te hablo.
-Bueno, eso
no siempre fue así.
-¿Quieres
discutir, o qué?
-¡No!
Jajaja, solo era un comentario.
-¿Dónde
ibas?
-A ver a
Sofía, ¿Y tú?
Va a ver a
esa asquerosa, ¡Cuando se entere Bahía, no le va a hacer ninguna gracia!
-Yo iba a
los chiringuitos de la playa a ver a mi prima.
-Bueno he
cambiado de idea, me voy al mercadillo.
-Y… ¿Por
qué?
-Porque si, por
por que si.
-¿Estás
bien, Fer?
-Si, si.
Bueno me voy.
-Adiós.
-Adiós Cla
cla clara.
Qué raro,
voy a seguirle. ¿Dónde irá? ¡Dentro de la urbanización! ¿Casualidad? No lo
creo. Casa 74, ¡Sofía! Saqué mi Nokia 5230. Bahía, Bahía, no tengo su número
pero sé alguien que puede tenerlo.
¿Nico?
-Hola Clara,
dime.
¿Tienes el
número de Bahía?
Si, espera.
Vale.
Me lo dio y
colgué. Volví a marcar y llamé a Bahía.
¡Tía!
¿Quién es?
¡Clara!
A Clara, es
que no tenía tu número, ¿Necesitas algo?
Una sola
palabra: Sofía.
¿Qué pasa
con ella?
Fernando.
¿QUÉ? Espera
¿Dónde estás?
En la puerta
de la urbani.
Espérame que
voy.
Vale, aquí
te espero.
Salí
corriendo con las muletas, ¡Cómo las locas! ¿Qué habrá pasado? ¿No se habrán
liado a mis espaldas, verdad? No, no pienses mal Bahía, ¡RELAX, RELAX!
-¡HABLA!
-Tranqui,
tronqui.
-¿Qué?
-Nada, bueno te cuento.
-Si anda
-¿Tú hablaste antes con Fer?
-Si, está mañana. ¿Por?
-¿Y que te dijo?
-Que me había inscripto en un concurso.
-¿Y al final de la conversación?
-Que se iba al mercadillo con su madre.
-Mintió.
-¿Mintió?
¿Cómo qué mintió?
-Si, se fue a ver a Sofía.
¿QUÉ, PERO… porqué? Bueno a ver, Sofía solo es su amiga, no
tengo que ser tan celosa.
-¿Y?
-¿Solo se te ocurre decir, y?
-¿Qué quieres que diga?
-Repito: fue a ver a Sofía.
-Ya te he oído, pero no se que tiene que ver conmigo.
-Vale, si tú lo dices.
-Es que, solo son amigos.
-Puede que tengas razón.
-La tengo.
-¿Y no te has enfadado?
-No, bueno… regular, si, mucho.
-¡Lo sabía!
-Es que después de todo lo que me contaste de ella, ¿Cómo no
voy a odiarla, cómo no voy a ponerme celosa?
‘Toc, toc’
-¡Sofía!
-Pedazo de idiota.
Me dio un puñetazo en el brazo, ni muy fuerte ni muy
despacio. Pero dolió.
-¿Pero por qué me pegas?
-Cállate, desde que sales con Bahía pasas de mí.
Este no es el momento de decirle lo que vengo a decirle.
-No es cierto.
-Si lo es, y lo sabes.
-¿Y te has enfadado?
-¡Pues claro! ¿No me estás prestando atención?
-Yo, venía a decirte algo…
-Di.
-¿Qué le has hecho a Bahía?
-¿YO?
-Si, algo ha pasado.
-¡Ella no es para ti,
Fer!
Miraba para todos lados, con tal de evitarme. Me sienta muy
mal que me diga esto, no la entiendo… Pero, ¿Y si tiene razón? No, yo se que
ella me quiere, si no ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Para vengarse?
-Ella si es para mí.
-¿Quién lo dice? ¿Tú?
Se me empezaron a caer las lágrimas.
Me gusta muschísmo tu blog, y ya te sigo!
ResponderEliminarEnhorabuena! Escribes genial. Besos.
PD: Espero que visites el mio: http://leerimaginarescribir.blogspot.com.es/
Y que me aconsejes y me sigas, para que me hagas igual de feliz como yo te he hecho a ti.
Gracias. Te espero.