jueves, 3 de enero de 2013

Capítulo 12.


-¿De dónde has sacado lo del concurso? O más bien torneo.
-Pues vi el cartel en los chiringuitos de la playa.
-¿Está también puesta la lista de participantes?
-Si.           
-¿Me acompañas a verla?
Le sonreí.
-No puedo.
-¿Por?
-Voy a ir al mercadillo con mi madre, quiere que compremos algunas cositas.
-Bueno, no pasa nada, iré yo.
-¿Te molesta?
-Por supuesto que no.
-Me voy que tengo prisa, adiós cari.
Pero, pero, me ha despertado para hablarme durante cinco minutos o ni eso ¡Qué rabia!
-Adiós Fernando.
Me giré, aquí se queda, creía que era algo más serio, no pienso ni besarlo. Me voy a la playa yo solita.

-Perdone.
-Si, dígame.
-Venía a inscribirme al torneo.
-Por supuesto.
-¿Hay que pagar?
-No, por que es para buscar a jóvenes surferos.
-Perfecto, inscríbame por favor.
-Nombre.
-Nicolás Martínez.
-Edad.
-13 años.
-Perfecto, el día 31 de Agosto a las 19:00 comenzará el torneo.
-Vale, gracias, que tenga un buen día.
Debo ganar, estaría genial. Sería tan espectacular poner mi primer trofeo de surf en mi habitación. ¡Que emoción!
-¡Ay!
-Discúlpame, estaba distraído. A, hola Bahía.
-Hola Nico. ¿Dónde ibas?
-¡Qué te importa!
-Tienes razón, no me importa.
Puede que haya sido un poco borde.
-Venía de inscribirme en un torneo de surf.
-¿En serio? A mi me inscribió Fer, vengo a ver los participantes.
-No conozco a nadie, parece que no hay mucho nivel.
-¿Estás diciendo que tengo poco nivel?
-No, no podría decir eso ni aunque quisiera.
-Por fin nos veremos las caras, y en algo serio.
-Pues sí. ¿Vienes a dar una vuelta?
-Vamos.
Nos sentamos frente al mar, más o menos donde nos besamos aquel día.
-Bahía, ¿Tú me odias?
-Por supuesto que no. ¡Qué tontería! En todo caso, ¿No eras tú quién me odiaba a mí?
-No se puede odiar a quien se ama.
-Si se puede.
-¡No es tu caso!
-¿Por qué lo dices?
-Porque tú supuestamente odiabas a Fernando sin embargo a los dos días estabas saliendo con él otra vez.
-Sé que tienes razón, pero aunque me quería hacer la dura, yo realmente seguía sintiendo algo por él.
-¿A sí?
-Si.
-Pero me besaste.
¿Por qué mira hacia abajo? ¿Quiere ocultarse, o simplemente no se atreve a decirme algo en la cara? No lo entiendo.
-Nico…
-¿Qué?
-Creo que ha llegado un extremo en el qué quiero serte sincera, y creo que tú también necesitas que lo sea. Verás yo ya te conté lo que sucedió con Fer, eso a mi me dolió, mucho. Y desde el momento en el que eso pasó, quise olvidarme de él, ese fue el único motivo por el que quise mudarme, y algo que nunca esperé fue volver a encontrarme con él aquí.
-¿Y qué me quieres decir con eso?
-Pues que el primer día en el que llegué, te conocí, y luego resultó que hasta vivíamos en la misma urbanización. Por un momento pensé que era el destino, por que me parecías muy cuqui, pero cuando lo vi, mis sentimientos se dividieron, creí que estaba enamorada de ti. Te besé, fue genial, no lo niego. Me regalaste esa pulsera, que también me pareció un detalle precioso. Pero debes olvidarte de todo, por favor.
-No puedes pedirme eso, ¡Cómo voy a olvidarte de ti! No soy de piedra, ¿Sabes?
-Tienes que hacer un esfuerzo, Nico. Necesito que pongas de tu parte, esto también es duro para mí.
-Si, seguro.
-¡Pues si! A ver, yo te acabo de ser sincera, ¿Puedes serme sincero ahora tú a mí?
-Por supuesto.
-Gracias.
-El momento en el que te conocí, en realidad todo fue porque me impresionó como surfeabas. Pero luego, me fijé en tus ojos, en tu sonrisa, que para mí son la combinación más bonita que existe. Yo también creí que era el destino, y al enterarme de lo tuyo con Fernan, todo el mundo se me cayó encima, sentí que todo aquello que yo imaginé dejó de ser posible. Pero también pensé que nunca conseguiría nada contigo si me rendía. Por eso no pienso hacerlo, pero quiero que seas feliz.
-Jo, que bonito.
-Y más cosas que podría decirte. Bahía, estoy enamorado de ti.

Me puse de pie. Me voy, esta es una situación incómoda.
-Adiós.
-Adiós. ¿ESTÁS BIEN?
Jolín, me he matado, no vengo nunca más a la playa con las muletas, se me entierran. Si, si, se que suena lógico. Nico, vino corriendo hacia mí y me ayudó a levantarme.
-Gracias, de nuevo.
-De nada, ¿Quieres que te acompañe?
-No, no te preocupes.
-Bueno, vale.
Me fui como pude. La verdad, en este mundo siento que estoy sola, que las dos personas que yo más amaba en el mundo las perdí, si hablo de Manu y Lucía, ellos eran mi mundo, lo eran todo. ¿Ahora a quién tengo, a Fer? Ya hasta lo dudo. Prefiero irme a la cama allí estaba mejor, ¿Por qué me levantaría? Esto harta, ya estoy deseando que tengan que trasladar a mi padre de nuevo, para colmo ya queda poco para que empecemos el instituto ¡Esto no es justo! Segundo de la ESO, ¡Qué rollo! Nuevos compañeros, ¿Nuevos amigos? Lo espero…


No hay comentarios:

Publicar un comentario