-¿De dónde
has sacado lo del concurso? O más bien torneo.
-Pues vi el
cartel en los chiringuitos de la playa.
-¿Está
también puesta la lista de participantes?
-Si.
-¿Me
acompañas a verla?
Le sonreí.
-No puedo.
-¿Por?
-Voy a ir al
mercadillo con mi madre, quiere que compremos algunas cositas.
-Bueno, no
pasa nada, iré yo.
-¿Te
molesta?
-Por supuesto que no.
-Por supuesto que no.
-Me voy que
tengo prisa, adiós cari.
Pero, pero,
me ha despertado para hablarme durante cinco minutos o ni eso ¡Qué rabia!
-Adiós
Fernando.
Me giré,
aquí se queda, creía que era algo más serio, no pienso ni besarlo. Me voy a la
playa yo solita.
-Perdone.
-Si, dígame.
-Venía a
inscribirme al torneo.
-Por
supuesto.
-¿Hay que
pagar?
-No, por que
es para buscar a jóvenes surferos.
-Perfecto,
inscríbame por favor.
-Nombre.
-Nicolás
Martínez.
-Edad.
-13 años.
-Perfecto,
el día 31 de Agosto a las 19:00 comenzará el torneo.
-Vale,
gracias, que tenga un buen día.
Debo ganar,
estaría genial. Sería tan espectacular poner mi primer trofeo de surf en mi habitación.
¡Que emoción!
-¡Ay!
-Discúlpame,
estaba distraído. A, hola Bahía.
-Hola Nico.
¿Dónde ibas?
-¡Qué te
importa!
-Tienes
razón, no me importa.
Puede que
haya sido un poco borde.
-Venía de
inscribirme en un torneo de surf.
-¿En serio?
A mi me inscribió Fer, vengo a ver los participantes.
-No conozco
a nadie, parece que no hay mucho nivel.
-¿Estás
diciendo que tengo poco nivel?
-No, no
podría decir eso ni aunque quisiera.
-Por fin nos
veremos las caras, y en algo serio.
-Pues sí.
¿Vienes a dar una vuelta?
-Vamos.
-Vamos.
Nos sentamos
frente al mar, más o menos donde nos besamos aquel día.
-Bahía, ¿Tú
me odias?
-Por
supuesto que no. ¡Qué tontería! En todo caso, ¿No eras tú quién me odiaba a mí?
-No se puede
odiar a quien se ama.
-Si se
puede.
-¡No es tu
caso!
-¿Por qué lo
dices?
-Porque tú
supuestamente odiabas a Fernando sin embargo a los dos días estabas saliendo
con él otra vez.
-Sé que
tienes razón, pero aunque me quería hacer la dura, yo realmente seguía
sintiendo algo por él.
-¿A sí?
-Si.
-Pero me
besaste.
¿Por qué
mira hacia abajo? ¿Quiere ocultarse, o simplemente no se atreve a decirme algo
en la cara? No lo entiendo.
-Nico…
-¿Qué?
-Creo que ha
llegado un extremo en el qué quiero serte sincera, y creo que tú también
necesitas que lo sea. Verás yo ya te conté lo que sucedió con Fer, eso a mi me
dolió, mucho. Y desde el momento en el que eso pasó, quise olvidarme de él, ese
fue el único motivo por el que quise mudarme, y algo que nunca esperé fue
volver a encontrarme con él aquí.
-¿Y qué me
quieres decir con eso?
-Pues que el
primer día en el que llegué, te conocí, y luego resultó que hasta vivíamos en
la misma urbanización. Por un momento pensé que era el destino, por que
me parecías muy cuqui, pero cuando lo vi, mis sentimientos se dividieron, creí
que estaba enamorada de ti. Te besé, fue genial, no lo niego. Me regalaste esa
pulsera, que también me pareció un detalle precioso. Pero debes olvidarte de
todo, por favor.
-No puedes
pedirme eso, ¡Cómo voy a olvidarte de ti! No soy de piedra, ¿Sabes?
-Tienes que
hacer un esfuerzo, Nico. Necesito que pongas de tu parte, esto también es duro
para mí.
-Si, seguro.
-¡Pues si! A
ver, yo te acabo de ser sincera, ¿Puedes serme sincero ahora tú a mí?
-Por
supuesto.
-Gracias.
-El momento
en el que te conocí, en realidad todo fue porque me impresionó como surfeabas.
Pero luego, me fijé en tus ojos, en tu sonrisa, que para mí son la combinación
más bonita que existe. Yo también creí que era el destino, y al enterarme de lo
tuyo con Fernan, todo el mundo se me cayó encima, sentí que todo aquello que yo
imaginé dejó de ser posible. Pero también pensé que nunca conseguiría nada
contigo si me rendía. Por eso no pienso hacerlo, pero quiero que seas feliz.
-Jo, que
bonito.
-Y más cosas
que podría decirte. Bahía, estoy enamorado de ti.
Me puse de
pie. Me voy, esta es una situación incómoda.
-Adiós.
-Adiós.
¿ESTÁS BIEN?
Jolín, me he
matado, no vengo nunca más a la playa con las muletas, se me entierran. Si, si,
se que suena lógico. Nico, vino corriendo hacia mí y me ayudó a levantarme.
-Gracias, de
nuevo.
-De nada,
¿Quieres que te acompañe?
-No, no te
preocupes.
-Bueno,
vale.
Me fui como
pude. La verdad, en este mundo siento que estoy sola, que las dos personas que
yo más amaba en el mundo las perdí, si hablo de Manu y Lucía, ellos eran mi
mundo, lo eran todo. ¿Ahora a quién tengo, a Fer? Ya hasta lo dudo. Prefiero
irme a la cama allí estaba mejor, ¿Por qué me levantaría? Esto harta, ya estoy
deseando que tengan que trasladar a mi padre de nuevo, para colmo ya queda poco
para que empecemos el instituto ¡Esto no es justo! Segundo de la ESO , ¡Qué rollo! Nuevos
compañeros, ¿Nuevos amigos? Lo espero…
No hay comentarios:
Publicar un comentario