jueves, 3 de enero de 2013

Capítulo 13.


-¡Aquí, aquí! Pasa, pasa. ¡Estoy solo! ¡Aquí!
-¡Mal! A ver equipo venir aquí.
Nos gritó el entrenador.
-¿Qué pasa entrenador?
-¡El fútbol es un juego de equipo! ¿Eso lo entendéis?
-Si, claro, por supuesto.
Respondimos.
-¿Entonces porqué jugáis a marcar solo vosotros? Debéis pasar el balón, si no nunca nos clasificaremos en el campeonato. ¿Lo entendéis?
-Si, entrenador.
-¿LO ENTENDÉIS?
-SI, ENTRENADOR.
-Perfecto, ahora salir y jugar al fútbol. Lucas, Ángel quedaros un momentito.
El resto del equipo volvió a sus posiciones, pero a nosotros nos detuvieron.
-¿Qué pasa ahora entrenador?
-No seas insolente, Lucas. Lo que pasa es que vosotros sabéis que sois los máximos goleadores, pero ambos sois competitivos, y queréis llegar a ser el pichichi ¿No?
-Si.
-Si.
-Pues no lo vais a conseguir. Hasta ahora no he visto un solo gol de vosotros, que no haya sido jugando solo, chicos, sé que queréis ganar el trofeo, al igual que el resto del equipo quiere que lo ganéis, pero debéis ayudar al equipo, os necesitamos para ganar. ¿De acuerdo?
-De acuerdo.
Me cuesta reconocerlo, pero es verdad. Lucas y yo tenemos cierta rivalidad, y ya no solo por el fútbol.
-Y comienza la segunda parte de este encuentro entre el Oviedo y el Pontevedra F.C. De momento con el marcador 0-0.
-¡Fran, Fran! Pásala a Lucas ¡A Lucas!
-Pasamela Fran.
-¡Aquí, a mi Fran, a mi!
Grité.
-¿A quién se la tiro?
-¿PERO QUÉ HACES? Acabamos de perder un gol.
-¡No es mi culpa! Me habéis presionado.
-¡EQUIPO! Venir aquí otra vez. ¿Qué no habéis entendido? A ver Fran, debes pasarsela a quien tu creas que está en mejor posición para marcar.
-Pero entrenador, tú dijiste que me la tenía que pasar a mí, pero saltó Ángel.
-Cállate Lucas.
-Bueno, se acabó. ¡A jugar!

-Fernan.
-Hola Clara ¿Ahora me hablas?
-¡Venga ya! Yo siempre te hablo.
-Bueno, eso no siempre fue así.
-¿Quieres discutir, o qué?
-¡No! Jajaja, solo era un comentario.
-¿Dónde ibas?
-A ver a Sofía, ¿Y tú?
Va a ver a esa asquerosa, ¡Cuando se entere Bahía, no le va a hacer ninguna gracia!
-Yo iba a los chiringuitos de la playa a ver a mi prima.
-Bueno he cambiado de idea, me voy al mercadillo.
-Y… ¿Por qué?
-Porque si, por por que si.
-¿Estás bien, Fer?
-Si, si. Bueno me voy.
-Adiós.
-Adiós Cla cla clara.
Qué raro, voy a seguirle. ¿Dónde irá? ¡Dentro de la urbanización! ¿Casualidad? No lo creo. Casa 74, ¡Sofía! Saqué mi Nokia 5230. Bahía, Bahía, no tengo su número pero sé alguien que puede tenerlo.
¿Nico?
-Hola Clara, dime.
¿Tienes el número de Bahía?
Si, espera.
Vale.
Me lo dio y colgué. Volví a marcar y llamé a Bahía.
¡Tía!
¿Quién es?
¡Clara!
A Clara, es que no tenía tu número, ¿Necesitas algo?
Una sola palabra: Sofía.
¿Qué pasa con ella?
Fernando.
¿QUÉ? Espera ¿Dónde estás?
En la puerta de la urbani.
Espérame que voy.
Vale, aquí te espero.

Salí corriendo con las muletas, ¡Cómo las locas! ¿Qué habrá pasado? ¿No se habrán liado a mis espaldas, verdad? No, no pienses mal Bahía, ¡RELAX, RELAX!
-¡HABLA!
-Tranqui, tronqui.
-¿Qué?
-Nada, bueno te cuento.
-Si anda
-¿Tú hablaste antes con Fer?
-Si, está mañana. ¿Por?
-¿Y que te dijo?
-Que me había inscripto en un concurso.
-¿Y al final de la conversación?
-Que se iba al mercadillo con su madre.
-Mintió.
-¿Mintió?
¿Cómo qué mintió?
-Si, se fue a ver a Sofía.
¿QUÉ, PERO… porqué? Bueno a ver, Sofía solo es su amiga, no tengo que ser tan celosa.
-¿Y?
-¿Solo se te ocurre decir, y?
-¿Qué quieres que diga?
-Repito: fue a ver a Sofía.
-Ya te he oído, pero no se que tiene que ver conmigo.
-Vale, si tú lo dices.
-Es que, solo son amigos.
-Puede que tengas razón.
-La tengo.
-¿Y no te has enfadado?
-No, bueno… regular, si, mucho.
-¡Lo sabía!
-Es que después de todo lo que me contaste de ella, ¿Cómo no voy a odiarla, cómo no voy a ponerme celosa?

‘Toc, toc’
-¡Sofía!
-Pedazo de idiota.
Me dio un puñetazo en el brazo, ni muy fuerte ni muy despacio. Pero dolió.
-¿Pero por qué me pegas?
-Cállate, desde que sales con Bahía pasas de mí.
Este no es el momento de decirle lo que vengo a decirle.
-No es cierto.
-Si lo es, y lo sabes.
-¿Y te has enfadado?
-¡Pues claro! ¿No me estás prestando atención?
-Yo, venía a decirte algo…
-Di.
-¿Qué le has hecho a Bahía?
-¿YO?
-Si, algo ha pasado.
-¡Ella  no es para ti, Fer!
Miraba para todos lados, con tal de evitarme. Me sienta muy mal que me diga esto, no la entiendo… Pero, ¿Y si tiene razón? No, yo se que ella me quiere, si no ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Para vengarse?
-Ella si es para mí.
-¿Quién lo dice? ¿Tú?
Se me empezaron a caer las lágrimas.

Capítulo 12.


-¿De dónde has sacado lo del concurso? O más bien torneo.
-Pues vi el cartel en los chiringuitos de la playa.
-¿Está también puesta la lista de participantes?
-Si.           
-¿Me acompañas a verla?
Le sonreí.
-No puedo.
-¿Por?
-Voy a ir al mercadillo con mi madre, quiere que compremos algunas cositas.
-Bueno, no pasa nada, iré yo.
-¿Te molesta?
-Por supuesto que no.
-Me voy que tengo prisa, adiós cari.
Pero, pero, me ha despertado para hablarme durante cinco minutos o ni eso ¡Qué rabia!
-Adiós Fernando.
Me giré, aquí se queda, creía que era algo más serio, no pienso ni besarlo. Me voy a la playa yo solita.

-Perdone.
-Si, dígame.
-Venía a inscribirme al torneo.
-Por supuesto.
-¿Hay que pagar?
-No, por que es para buscar a jóvenes surferos.
-Perfecto, inscríbame por favor.
-Nombre.
-Nicolás Martínez.
-Edad.
-13 años.
-Perfecto, el día 31 de Agosto a las 19:00 comenzará el torneo.
-Vale, gracias, que tenga un buen día.
Debo ganar, estaría genial. Sería tan espectacular poner mi primer trofeo de surf en mi habitación. ¡Que emoción!
-¡Ay!
-Discúlpame, estaba distraído. A, hola Bahía.
-Hola Nico. ¿Dónde ibas?
-¡Qué te importa!
-Tienes razón, no me importa.
Puede que haya sido un poco borde.
-Venía de inscribirme en un torneo de surf.
-¿En serio? A mi me inscribió Fer, vengo a ver los participantes.
-No conozco a nadie, parece que no hay mucho nivel.
-¿Estás diciendo que tengo poco nivel?
-No, no podría decir eso ni aunque quisiera.
-Por fin nos veremos las caras, y en algo serio.
-Pues sí. ¿Vienes a dar una vuelta?
-Vamos.
Nos sentamos frente al mar, más o menos donde nos besamos aquel día.
-Bahía, ¿Tú me odias?
-Por supuesto que no. ¡Qué tontería! En todo caso, ¿No eras tú quién me odiaba a mí?
-No se puede odiar a quien se ama.
-Si se puede.
-¡No es tu caso!
-¿Por qué lo dices?
-Porque tú supuestamente odiabas a Fernando sin embargo a los dos días estabas saliendo con él otra vez.
-Sé que tienes razón, pero aunque me quería hacer la dura, yo realmente seguía sintiendo algo por él.
-¿A sí?
-Si.
-Pero me besaste.
¿Por qué mira hacia abajo? ¿Quiere ocultarse, o simplemente no se atreve a decirme algo en la cara? No lo entiendo.
-Nico…
-¿Qué?
-Creo que ha llegado un extremo en el qué quiero serte sincera, y creo que tú también necesitas que lo sea. Verás yo ya te conté lo que sucedió con Fer, eso a mi me dolió, mucho. Y desde el momento en el que eso pasó, quise olvidarme de él, ese fue el único motivo por el que quise mudarme, y algo que nunca esperé fue volver a encontrarme con él aquí.
-¿Y qué me quieres decir con eso?
-Pues que el primer día en el que llegué, te conocí, y luego resultó que hasta vivíamos en la misma urbanización. Por un momento pensé que era el destino, por que me parecías muy cuqui, pero cuando lo vi, mis sentimientos se dividieron, creí que estaba enamorada de ti. Te besé, fue genial, no lo niego. Me regalaste esa pulsera, que también me pareció un detalle precioso. Pero debes olvidarte de todo, por favor.
-No puedes pedirme eso, ¡Cómo voy a olvidarte de ti! No soy de piedra, ¿Sabes?
-Tienes que hacer un esfuerzo, Nico. Necesito que pongas de tu parte, esto también es duro para mí.
-Si, seguro.
-¡Pues si! A ver, yo te acabo de ser sincera, ¿Puedes serme sincero ahora tú a mí?
-Por supuesto.
-Gracias.
-El momento en el que te conocí, en realidad todo fue porque me impresionó como surfeabas. Pero luego, me fijé en tus ojos, en tu sonrisa, que para mí son la combinación más bonita que existe. Yo también creí que era el destino, y al enterarme de lo tuyo con Fernan, todo el mundo se me cayó encima, sentí que todo aquello que yo imaginé dejó de ser posible. Pero también pensé que nunca conseguiría nada contigo si me rendía. Por eso no pienso hacerlo, pero quiero que seas feliz.
-Jo, que bonito.
-Y más cosas que podría decirte. Bahía, estoy enamorado de ti.

Me puse de pie. Me voy, esta es una situación incómoda.
-Adiós.
-Adiós. ¿ESTÁS BIEN?
Jolín, me he matado, no vengo nunca más a la playa con las muletas, se me entierran. Si, si, se que suena lógico. Nico, vino corriendo hacia mí y me ayudó a levantarme.
-Gracias, de nuevo.
-De nada, ¿Quieres que te acompañe?
-No, no te preocupes.
-Bueno, vale.
Me fui como pude. La verdad, en este mundo siento que estoy sola, que las dos personas que yo más amaba en el mundo las perdí, si hablo de Manu y Lucía, ellos eran mi mundo, lo eran todo. ¿Ahora a quién tengo, a Fer? Ya hasta lo dudo. Prefiero irme a la cama allí estaba mejor, ¿Por qué me levantaría? Esto harta, ya estoy deseando que tengan que trasladar a mi padre de nuevo, para colmo ya queda poco para que empecemos el instituto ¡Esto no es justo! Segundo de la ESO, ¡Qué rollo! Nuevos compañeros, ¿Nuevos amigos? Lo espero…


Capítulo 11.



Esta chica en muy rara.
-Bueno hermanita, cuéntame algo sobre ti.
-Pues… Mi mayor pasión es el surf, y poco más.
-¿Desde cuando haces surf?
-Desde que soy muy pequeña.
-¡Me gusta mucho en surf!
-¿Has hecho surf alguna vez?
-No, nunca.
-¿Nunca? ¿Entonces como sabes que te gusta?
-No lo había pensado.
-Cuando se me recupere la pierna puedo enseñarte.
-¿Harías eso por mi?
¿Y esta?
-Claro que sí.
Supongo…
-Gracias pequeña.
¡Fer! Preferiría estar con él ahora.
-De nada Sere.
-¿Y cómo te has echo eso en la pierna?
-Jugando al fútbol con mi no… Con mi mejor amigo.
-¿Estás saliendo con él, no?
-Shhhh.
La mandé a callar.
-¿Qué pasa? Es normal.
-Si, pero mis padres no lo saben.
-Bueno y, ¿Cómo se llama?
-Fernando.
-Aaa
-Y a ti, ¿Te gusta alguien?
-No.
-¿De verdad?
-Si, jajaja.
-Tu cara se ha enrojecido, eso es que sí.
-Me gustaba un chico llamado Jesús, pero ya no me gusta.
-Bueno, ya te enamorarás.
-Espero que no, ya me han hecho suficiente daño.
-Nunca le des la espalda al amor.
-¡Qué romántica!
-Puede, oye, ¿A partir de ahora vas a vivir aquí?
-¡Si!
-Vale.
Pues vaya.
-No te importa, ¿Cierto?
-¡Como me va a importar! Eres mi hermana, tonta.
-Lo sé, en fin.
-Creo que me voy a dormir.
-Pero si es muy pronto, son las 21:04.
-Ya bueno, es verdad, me conecto un rato al tuenti.
-Va.
Me conecté, a ver si estuviera Manu o Lucía. No, pero tengo un mensaje de Lucía y otro de Nico, vale, ya estaba tardando. Primero el de Lucía:
Hola tía, ¿Cómo te va? Manu y yo te echamos demasiado de menos, no somos los mismos desde que no estás, te necesitamos. Tengo un notición, ¿Tú te acuerdas de Marta? Está enamorada de Manuel, no lo deja tranquilo. Pobrecito de él.
Un besito preciosa, te quiero.

Mi niña, tan bonita como siempre, como la echo de menos. Ahora, una cosa, que fuerte lo de Marta, a esta chica no se le escapa uno. ¡Madre mía!
A ver el de Nico:
Hola Bahía, bueno ya me e enterado de lo de Fernan y tú, la verdad… Espero que seáis felices.
Adiós.

Un mensaje vacío, no quiero que me odie, pero yo quiero estar con mi gordi. Al final me desactivo el tuenti, me tienen harta.
Opciones: Salir.
-Serena, ¿Vas a usar el ordenador?
-Si, luego lo usaré un poco.
-Vale, me voy a dormir.
Me asomé a la escalera.
-¡Mamá, papá, buenas noches!
-¡Buenas noches hija!
-Dame un besito Sere.
Me dio dos besos y me metí en la cama.
-Hasta mañana Bahía.
-Adiós.

Me voy de este parque, necesito irme a dormir. Pero primero, saqué mi móvil, voy a enviarle un whatsapp.
Eyss Sofía.
Holaap.
Que hay?
Pos aquí aburria, tú?
Igual, oye Sofía.
Dime.
Quieres salir conmigo?
Pues claro.
Si?
Si.
En serio?
Claro.
Genial, asi podremos poner celosos a Bahía y a Fer.
Que, qe, qe?
Pues eso, mañana te llamo, ok?
Ok…

Me voy a mi casa, sin duda.

-Despierta dormilona, alguien pregunta por ti.
-¿Qué? ¿Quién pregunta por mi?
-Un tal Fernando, jajaja.
-Serena, ¿Qué hora es?
-Las 10:00
-¿Y qué quiere?
-No sé, ve a ver.
-Dile que voy.
-Vale.
Me puse un vestido azul con flores, lo primero que encontré, unas chanclas azules, aunque de diferente todo que el vestido, cogí mis muletas y bajé.
-Amor.
-Amor.
Me dijo con su carita sonriente.
-¿Qué ha pasado? Siempre me sueles llamar más tarde.
-Tengo una sorpresa para ti.
-¿A si, cual?
-Estás inscripta en un concurso de sur que hay a final de agosto, principio de septiembre.
-¿En serio?
-Si, como tú ya tendrás tu tobillo bien.
-¡Cómo puedes ser tan tierno! Te como.
-Jajaja.
Lo abracé y le di un beso en la mejilla.

Capítulo 10.


Voy a por Clara, tengo ganas de verla. Aunque con las muletas llegaré el año que viene a su casa.
-¡Ey! Bahía.
-¡Clara! Iba para tú casa.
-¿Qué te ha pasado?
-Una larga historia.
-¿Resumiendo?
-Fer.
-¿Fer, el te ha hecho eso?
-Más o menos, bueno el tiró el balón.
-¿Y te dio?
-Yo era la portera…
-¿Ahora te llevas bien con él?
-Bastante.
-¿Cómo de bastante?
-Como para salir con él otra vez.
-¿QUÉ?
-Jo, parece un interrogatorio.
-¡Qué fuerte!
-¿Tú crees?
-Pues claro, ayer le odiabas, hoy ya sales de nuevo con él.
-¡No puedo evitarlo!
-Ya… ¿Y Nico?
-¿Qué le pasa?
-¿Ya no te gusta?
-No lo sé.
-Sabes que no debes hacerles daño.
-No les haré daño, a mi me gusta Fer, y ya está.
-Vale, te creo.
-A ti lo que te pasa es que no quieres que le haga daño a Nico.
-No, no digas tonterías.
-Es la pura verdad.
-Ya…
-Bueno Nico te pega.
-Ya ya, bueno ¿Alguna novedad más?
-Si.
-Cuenta.
-Tengo una hermana.
-¡No! ¿En serio?
-Si, pero solo por parte de mi padre.
-Eso es más fuerte. ¿Y cómo te lo tomaste?
-Ni bien ni mal, la verdad.
-Y… ¿Qué sabes sobre ella?
-Qué se llama Serena y tiene 15 años.
-Interesante.
-¿Tú crees?
-Seguro que te llevas bien con ella, al fin de al cabo solo tiene 2 años más que tú.
-No sé yo.
-Venga, mira el lado positivo.
-¡No hay!
-¡Venga ya!
-Cambiando de tema, ¿Vamos a buscar a Fer?
-Me parece bien.
Fuimos para su casa. Tocamos la puerta, nos abrió su madre.
-Hola señora Rubens.
-Hola de nuevo Bahía, hola Clara.
-Hola.
Dijo Clara sonriente.
-¿Cómo vas con las muletas?
-Bien, gracias. ¿Puede salir Fernando?
-Todavía no ha vuelto, la última vez que lo vi estaba contigo.
-A vale, iremos a buscarle, adiós.
-Adiós.
-Adiós chicas.
Cerró la puerta.
-¿Dónde estará?
-Esa no es la pregunta, la pregunta es ¿Con quién está?
-¿Quieres decir que está con Sofía?
-Lo más seguro.
No, no creo que esté con ella ahora. O eso espero.
-¡Lo dudo! Vamos a buscarle.
-Vale, ¿Por donde empezamos?
-Por el parque.
Venga, vamos a ver si tiene razón Clara. Fuimos al parque.
-Bahía, ¿No es Nico ese que está sentado en el columpio?
-Creo que si. Pregúntale si sabe donde está Fer.
-¿Por qué yo?
-Porque a mi me odia.
-Si es lo que quieres.

Me acerqué a Nico.
-Hola.
-Hola Clara, ¿Qué tal?
-Bien, ¿Tú?
-Regular.
-Me quedaría a hablar contigo, pero no tengo tiempo. ¿Sabes donde está Fer?
-¡Otra!
-¿Otra qué?
Madre mía, que preguntona estoy hoy.
-Estáis todas obsesionadas con él.
-No es por mí.
-¿Entonces? Ah, por Bahía, por quién si no.
-Si, la verdad.
No debería haberle dicho nada.
-¿A ti quién te gusta?
¡Oh my god! ¿Que digo?
-¿A mi? Tú. ¿Por qué?
-¿En serio?
-No te mentiría.
-¡Genial!
-¿Genial? Si a ti te gusta Bahía.
-Lo cierto es que me pareces muy atractiva.
¿Yo?
-Mentira.
-¿Cómo lo sabes?
A vale, que era mentira.
-Menos mal que no me hice ilusiones.
-Jajaja.
-¿Qué pretendías? ¿Qué te ayudara a ponerla celosa?
-Precisamente.
-¡Lo clavo todo!
-Si, pero si no eres tú ¿A quién se lo pido?
-A Sofía.
Mierda ¿Por qué diré nada?
-¡Buena idea!
-¿En serio? Digo ¡Pues claro!
-Gracias por tu ayuda Clara.
-De nada. Me voy, adiós.
-Adiós.

¿Qué estará pasando? ¿Por qué no viene?
Mi BlackBerry, está vibrando, es mi madre.
-Hola mamá.
-Bahía, ¿Dónde estás?
-En en parque.
-¿Puedes venir a casa?
-Claro que si, pero ¿Qué pasa?
-Tú padre está aquí con Serena.
¡No! Hoy me lo dicen, hoy la veo, y lo cierto es que no me apetece nada ¡Nada, de nada! En fin.
-Esperadme que ahora voy.
Colgué.
-¡Clara!
Vino corriendo a donde estaba yo.
-¿Qué?
-Tengo que irme, mi hermana está aquí.
-A vale, que tengas mucha suerte.
-¡Gracias!
Nos abrazamos como despedida, y me fui rápidamente.
¿Se parecerá a mi padre? ¿O incluso a mí? Esto es raro, ¿No lo sabían o no lo querían saber? De todos modos, lo averiguaré.
Toqué la puerta.
-¡Hija!
Me abrió mi padre.
-Hola papi.
Vi como mi madre estaba en la cocina con cara de no hacerle mucha gracia la situación. Entré con ella y le di un beso.
-Bahía, perdona por hacerte venir corriendo.
-No pasa nada. ¿Estás bien?
-Dentro de lo que cabe, sí. Corre, ve a saludarla.
-Voy.
-Cielo, tu hermana está arriba en tu habitación.
Espero que en mi cuarto no se acople. Subí lo más deprisa que pude.
-¿Hola?
-¡Hola! ¿Bahía, no?
Me trató como una extraña.
-Si, tú eres Serena ¿Cierto?
Entonces la trataré yo con las suyas.
-Si soy yo, encantada hermanita.
¡Bah! Hermanita, si ya quisiera.
-Igualmente.
Estaba, estaba ¡Usando mi portátil! ¡Es sagrado! Pero como no me conoce, lo dejaré pasar.
-Bahía, ¿Tienes tuenti?
-Si, ¿Y tú?
-Si. ¿Me lo das?
-Claro.
-¿Cómo es?
-Bahía López.
-Solo sales tú.
-Si… Es lo que tiene.
-Ya te he enviado la peti.
-Vale, Sere ¿Puedo llamarte así?
-Pues claro.
-¿Dónde vivías antes?
-En Córdoba. ¿Y tú?
-En Cádiz.