jueves, 20 de junio de 2013

Capítulo 15.

Llegué a mi casa lamentando lo gilipollas que soy, porque otro nombre no tengo. No me apetece hacer nada. Para colmo, seguro que Nico ahora lo va a intentar con ella.
¿Qué puedo hacer para recuperarla? ¿A quién le pido ayuda?
Nico, ni muerto. Sofía, claro, para que me mate. Clara, no, me odia más que Bahía. Bahía, ¿cómo le voy a pedir ayuda a quien pretendo recuperar?. ¿Ángel? No, va a estar de parte de Nico. ¿David? claro, David, es el único que me puede ayudar sin putearme. ¿Cuándo vuelve?
Bueno, esperaré.

-Clara. Eres una falsa.
-Habló.
-Si eras mi amiga antes de que Bahía llegara, ¿qué mosca os picó a Fer y a ti?
-¿Qué mosca nos picó? A Fernando no sé, pero a mi sí, te recuerdo que os cargásteis mi relación con David.
-No, te la cargaste tú solita.
-''Supuestamente'' Y repito ''supuestamente'' eras mi amiga. Te conté lo que me dijo y tú te encargaste de darle tu versión a Nico, Nico a Fer, Fer a Ángel y él como no, a David. Hicisteis una especie de teléfono escacharrado vosotros solos.
-Bueno, vale, no debimos ser tan chivatos.
-¡AJÁ!
-Pero tú solo la tomaste conmigo, y los demás también se chivaron.
-Ahí también tienes razón. Pero tranquila, que ya me vengaré de todos. Ala, adiós.
Me voy a ver a Bahía, que me necesita. -Toqué la puerta de su casa-
-Hola, ¿está Bahía?
-Si ¿tu eres..?
-Clara, una amiga suya.
-Pasa, pasa, yo soy Serena, su hermana. Ella está arriba. -Subí las escaleras-
-Ey, Bahía.
-Clara, tia. Gracias por venir.
-Tienes la cara roja, como si hubieras llorado.
-Lo sé, parezco un panda.
-¿Es por lo de Fernan?
-No sé porque le di otra oportunidad, es un idiota.
-Creo que el idiota te quiere.
-Que sabrás tú.
Puede que sea verdad. No lo sé, yo lo único que quiero esque ella no salga con Nico, pero no la voy a liar más. Se lo voy a decir.
-Oye tía.
-¿Qué?
-Ahora que no estás con Fernando, ¿vas a empezar algo con Nico?
-Por Dios, ¿crees que tengo ganas de empezar una relación después de todo esto?
-No lo sé, la verdad.
-Espera, ¿a ti te gusta Nico, no es así?
-¿Qué? ¡Qué hablas! loca, que estás loca.
-Si loca, la que está loca eres tú, pero por él.
-Vale, sí. Pero shhhhhhhhhhhhhhhhhh.
-Tranquila.
-¡Qué fuerte! ¿Y si os lio? ¿Qué te parece?
-Pues que no, que a el le gustas tú.
-Tengo una idea mejor.
-Sorpréndeme.
-¿Y si sales con Fernando?
-¿Para qué?
-¡De mentira! quiero decir. Dile que estás harta de mí, invéntate algo. Para que empecéis a salir de mentira, haber si me quiere dar celos, o algo.
-Pero eso no es justo. Y tú te quedas tan pancha con Nico.
-¿Desde cuando te gusta Nico?
-Desde que dejé de salir con David.
-¿David?
-Otro de esta urbanización, ya los conocerás, a él y a su hermano Ángel.
-¿Son majos?
-Mucho. Y David más.
-Ay que mona, ¿cúanto tiempo estuviste con él?
-Seis meses.
-¿Y por qué rompisteis?
-Porque son todos unos chivatos de mierda. Sobre todo Sofía.
-¿Y no hablaste con él?
-No, porque me acabé enamorando de Nico.
-Pues la verdad esque hacéis buena pareja.
-Anda, anda. Mentirosa.
-¿Quieres quedarte a dormir?
-Que va, ojalá pudiera. No me van a dejar, tenemos 'cena familiar', un rollazo vamos.
-Bueno, no te preocupes.
-De echo me tendría que ir yendo ya.

AL DÍA SIGUIENTE.

¡Madre mía! Ya son las 12, si que he dormido. Tengo que ir a buscar a David.
Me puse lo primero que encontré, ni siquiera me miré al espejo y salí corriendo a casa de Ángel y David.
-¡MAMÁ, ME VOY!
Casa 32. Me abrió Ángel.
-Hola tio.
-Hola, ¿está tu hermano?
-Sí, pasa. Acaba de llegar.
-¿Dónde está?
-En su habitación.

-Deeeeeeeeeeivi.
-Feernandico. ¿Qué pasa, tio?
-Joder, me he sentido solo sin ti.
-A la próxima te vienes conmigo.
-Faltaría más. ¿Has ligado mucho por Madrid, o qué?
-Qué va, si en el campamento eran todo chicos.
-Qué mal.
-Puf, ya ves. ¿Y tú qué?
-¿Te acuerdas de la chica que te conté, la que me gustaba, mi ex?
-Ba, valle. No, no sé.
-Bahía.
-Eso.
-Bueno, está viviendo en la urbanización.
-¡No jodas!
-Sí, empezamos a salir otra vez.
-¡Qué bieeeeen!
-No, tio. Lo hemos dejado, por culpa de la celosa de Sofía.
-Esa niña, siempre en medio. Ya hizo que yo lo dejara con Clara.
-Pero tú puedes volver a salir con ella.
-Ya quisiera yo.
-¿Por?
-Está enamorada de Nico.
-Pero Nico no de ella.
-¿Cómo lo sabes?
-Por que Nico está por Bahía.
-Qué marrones montamos aquí.
-En serio, necesito que me ayudes a recuperar a Bahía, antes de que Nico se me adelante.
-Escríbele una carta o algo.
-Una carta, eso es.

-Con que una carta, ¿no? Bueno es saberlo.
Saqué mi móvil. Nico, comunicando.
-Nico.
-Dime Ángel.
-¿Tú no querías salir con Bahía?
-Sí.
-Pues escríbele una carta expresándole tus sentimientos.
-¿Tú crees?
-Tú hazla, me la das. Y yo se la haré llegar. No te preocupes por eso, tenla para esta tarde por favor.
-Vale, luego te mando un whatsapp.
-Venga. Ta' luego.

-¿Se la vas a dar tú?
-Pues no se, se la dejaré en el buzón. O la pasaré por debajo de su puerta. Con suerte, no la leerán sus padres.
-¿Te ayudo a escribirla?
-No, quiero que salga de mí.

ESA MISMA TARDE, sobre las 19:00 de la tarde.

-Bueno Bahía, mañana nos vemos a la misma hora de hoy, ¿Vale?
-Pues claro, Clara. Cuando quieras.
-Dame un besito.
-Hasta mañana.
-Adiós preciosa.
Abrí con mis llaves, ya que mis padres hasta dentro de una horita no llegan.
No puedo abrir, no caben. Ah, es verdad, si está Serena.
-Hermanita.
-Sere.
-Sube, que hay cartas para ti.
-¿Cartas?
-Sí.
-¿Para mí?
-Sí.
Subí corriendo las escaleras y encima de mi cama vi que habían dos cartas. Las dos ponían: Bahía.
Al instante pude reconocer una de las letras. Efectivamente, una de ellas era de Fernando. Comencé a leer:

Hola Bahía...

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